"Diario de sesiones de DFA,Reconocimiento de Patrones Somáticos"


  DFA en la radio

DFA. UN MÉTODO PARA RECONOCER Y MODIFICAR PATRONES HABITUALES



                                                 INDICE


1.    Febrero de 2008. La primera sesión de DFA. El primer encuentro con Claudia.
2.    Tercera sesión. Qué duro es ser mujer en este mundo.
3.    Marzo 2008. Sigo adelante.
4.    Abril 2008. Encuentro a mi niña interior.
5.    Mayo 2008. Las capas de la cebolla.
6.    Mayo y junio de 2008. Carta a Claudia.
7.    Sesión 13. Junio de 2008. Cuántas lecciones por aprender!.
8.    Sesión 16. La relación con mi madre.
9.    Setiembre de 2008. La sombra.
10.  Octubre de 2008. Llevo 30 sesiones. El mandala de todas mis partes.
11.  Noviembre de 2008. La mente.
12.  En la sesión 34…lado femenino, lado masculino.
13.  Sesión 40. Febrero 2009. Empiezan los cambios.
14.  Sesión 43. Cambiar es un milagro.
15.  Marzo 2009. Los 15 éxitos del verano!
16.  Abril 2009. Ejemplo de un patrón y modelo aprendido. Cómo lo he configurado, y cómo puedo cambiarlo.
17.  Sesión 50. Abril 2009. El miedo oculto o cómo transformarse en un hombre si eres mujer.
18.  Sesión 55, junio 2009. Soltando a mis padres.
19.  Julio de 2009. El vacío o la ausencia de tensión.
20.  Sesión 65. Octubre de 2009.  Yo también lo soy.
21.  Sesión 70. Noviembre de 2009. Siento.
22.  Sesión 73. Mi abuelo Joan.
23.  Diciembre de 2009. La sombra. La luz.
24.  Año 2010. Crecer, crecer y crecer.
25.  Abril de 2011. Sesión 103. Última sesión.
26.  Agosto de 2010. Me quedo embarazada.
27.  9 de mayo de 2011. Nace mi hijo.
28.  Citas



Febrero 2008. La primera sesión de DFA. El primer encuentro con Claudia.

Entro en la Sala Aditi, en la Calle Avinyó, por primera vez. Claudia me hace una primera entrevista para saber quién soy, qué me sucede, qué es lo que busco.  Ella me habla de un eje imaginario que pasa longitudinalmente por todo el cuerpo. Ese eje está ahí para que mi cuerpo se mantenga en equilibrio. Coincide con el eje gravitacional de la tierra.
Por ejemplo, si sacas mucho pecho, el cuerpo que es tan inteligente, curvará la zona lumbar provocando con el tiempo, dolores en esa zona. Todo lo que se sale de ese eje, el cuerpo lo compensa por otro lado. O sea que sigues apoyándote en la tierra por supuesto, solo que a base de tensión en vez de aprovechar el alineamiento con el eje de gravedad

Claudia me ayuda a observar el patrón habitual en mi cuerpo y  lo describimos. Y esto es lo que descubrimos:

- Coloco hacia delante la barbilla, cuello y cabeza, y eso hace automáticamente que mi tráquea y mi cuello  se cierren, y que mis cervicales se tensen. Mis hombros caen hacia delante, se crea una tensión terrible en la parte superior de la espalda, y me doy cuenta entonces, que no puedo llevar el aire hacia el estomago, porque para compensar todo este desequilibrio postural, el  músculo abdominal se contrae, se aprieta y solo puedo respirar con la parte superior de mis pulmones.

Claudia me hace andar por la sala, para observar mi cuerpo en movimiento. Cuando ando me siento como un mono, un hombre. No parezco una mujer. Mi voz no puede salir con toda su fuerza, casi no se me oye, me pica la garganta, me cuesta tragar saliva, me siento muy incómoda andando así.

Cuando dejo de exagerar la postura del “mono”, y  la cambio por una más  equilibrada, mi cuerpo se queja, me duele y no me lo permite.

Mi patrón postural del mono siempre será mío, pero cuanto más consciente sea de él, podré traspasarlo una y otra vez. Y además me indicará que algo de más está pasando en mi vida…

Ese patrón lo forjé de pequeña, adoptando una serie de creencias erróneas acerca de las mujeres debido a las frases machistas que se oían en mi casa, frases arcaicas y antiguas que ahora ya no tienen sentido para mi.
Adopté entonces esas frases como verdaderas y esto es lo que sucedió:

-       Estiro el cuello hacia delante
-       Siento tensión el la tráquea y tengo las cuerdas vocales cerradas
-       Siento tensión en la zona cervical
-       La rodilla derecha doblada hacia adentro
-       La zona abdominal apretada
-       El aire no puede llegar a la zona abdominal
-       Dolor de cabeza, dolor en la parte alta de la espalda
-       Tengo la impresión de que camino como un mono y que parezco un hombre
-       Sentirme cada día más fea y poco femenina

El cuerpo lo guarda todo en la memoria de sus células. Nuestro patrón está asociado con nuestro sistema de creencias. Y nos creemos que somos algo, que en realidad no somos.

Los patrones y modelos aprendidos, las creencias de la infancia, vivir en una familia desestructurada, las peleas, el miedo, los sustos….me han acarreado mucho dolor muscular, por todo el cuerpo. Cuando tengo una descarga de dolor me duelen incluso los dedos de los pies.
Actualmente mi vida no funciona en absoluto. Tengo miedo de hablar, no se pedir lo que quiero, me cuesta vivir en pareja, soy incapaz de seguir adelante, estoy estancada, mi vida no tiene ninguna salida posible, estoy paralizada por el miedo. No se desenvolverme en el trabajo, siempre tengo problemas, no tengo una buena relación con mis padres, llevo acumulada mucha rabia hacia ellos. Mi grupo de amigas no es lo que yo creía, siento como si me estuvieran manipulando y aprovechándose de mi. Tengo miedo al compromiso, a casarme y ser madre. Siento auténticos ataques de pánico ante la idea de seguir avanzando y evolucionando porque no se como hacerlo. Y mi cabeza parece que va a estallar de tantas cosas que llevo acumuladas durante tantos años y que no he destapado.
He de mirar en mi interior, descubrir cuáles son mis patrones forjados en la infancia, ver en que lugares y órganos del cuerpo se acumula todo esto, y poder aprender de ello. He de encontrar la niña que fui, la niña que está dentro de mi y que lleva ahí esperando tantos años, y rescatarla.

DFA es un viaje por todo tu cuerpo, tus músculos, articulaciones, huesos y órganos. Porque es ahí donde acumulamos todo lo que nos pasa, y si es desagradable, cerramos las zonas de nuestro cuerpo, las contraemos, y las apretamos. Y la tensión en el cuerpo también representa tensión en la mente, hasta que llega un punto en el que no puedes seguir adelante, la vida deja de funcionar, y no te queda otra salida que mirar en tu interior. Y la verdad es que este es el viaje más difícil de todos. Requiere tener mucha paciencia, es largo, y aunque parece que no tenga final, sus frutos son muy dulces. Recibes una grata recompensa. Sacar a la luz  los patrones con el DFA, te ayuda a vivir mejor, a ser mejor, y sentirte mucho más libre. !

Siento toda la tensión en el cráneo. Me duele mucho la cabeza, tengo mareos, ya no aguanto el ruido fuerte, ni la música fuerte, me molesta el humo y tengo mucho sueño.

Tengo la sensación de que nunca podré ser madre ni casarme con mi actual pareja. Siento pánico al compromiso y a la responsabilidad de ser madre. Creo que jamás tendré un hijo. Sin embargo yo quiero tenerlo. Así que me encuentro en una  encrucijada.

Cada vez que tenemos  miedo o nos sentimos atacados, una parte de nuestras células reaccionan y un tejido se cierra, y nuestros órganos o alguna parte de nuestro cuerpo se colocan en relación a ello.
Cada creencia que tenemos se instala en un lugar , crea un patrón corporal y la terapeuta se encarga, junto contigo  de encontrar estas zonas de tu cuerpo. Te haces consciente de cómo has creado esa tensión. Te pregunta si aún tiene sentido mantenerla en tu vida actual o quizás estás preparado para liberarte  de ella. A veces  es un proceso lento y tedioso. Funciona. Claro que depende de tu capacidad de comprensión a nivel mental, corporal, cultural, energético y sobretodo la comprensión a nivel del alma.

Después de la primera sesión de DFA, me siento muy cansada. No tengo emoción alguna, me he quedado llena de pensamientos que antes no tenia por todo lo que acabo de descubrir de mi misma y de mi cuerpo.

El cuerpo es un misterio que lo acumula y lo guarda todo. Y con el DFA, lo descubres. Y te llevas muchas sorpresas!

Voy a DFA porque vivo en constante tensión. Tengo el vientre apretado, tensión acumulada, no siento emociones, me duele todo y la cabeza me va a estallar…

Cuanto más deseo cambiar mi patrón y mi postura, este más se acentúa, porque es como un monstruo que no quiere morir. Solo quiero conocerlo para poderlo cambiar por otro, aunque mi patrón siempre será el mío porque lo adquirí cuando era muy pequeña. Con el DFA aprendes a encontrar otras opciones, a utilizar más tus recursos,  a cambiar tu postura.

Tercera sesión. Que duro es ser mujer en este mundo.

Siento vergüenza por ser mujer, y siento como si fuese un hombre. Por eso tengo mis órganos sexuales apretados.
En esta sesión  he aprendido a llevar el aire hasta  la vagina y el útero. Jamás hubiese podido imaginar que el aire se pudiera llevar hasta ahí abajo. Me siento  muy libre y muy llena. Siento que me estoy limpiando, y que todavía queda un largo camino por recorrer .

Marzo 2008. Sigo adelante

Trabajamos mi mirada, y el lugar en donde se instaló la culpa. De pequeña sentí mucha culpa por todo lo que pasaba a mi alrededor, y la culpa se instala en el cuerpo.  Es un viaje trepidante hasta poder encontrar a tu niña para sanarla, escucharla y saber qué es lo que le sucedió hace tantos años. Es  duro pero muy gratificante porque te ayuda a prestar atención a  esos traumas infantiles que se quedaron ahí en el olvido.
Mi niña interior esta muy agradecida por todo el esfuerzo y por el trabajo que personas como Claudia hacen a diario.
Descubrimos que la culpa se instaló en la parte alta de la espalda, entre las costillas y por la mitad de las vértebras de la columna.
Mediante frases, preguntas, masajes en la zona, se produce un tipo de investigación para que la niña que fui se libere de ese sentimiento de culpa y esté tranquila, ocupando el espacio que le corresponde y para que sea cada vez más libre y se sienta más segura.



Abril 2008. Encuentro a mi niña interior.

Siguen apareciendo patrones en el cuerpo. La terapeuta sigue su viaje conmigo presente, para descubrir lo que tanto dolor o estrés o ansiedad me produce. Es por eso que mi vida ya no puede seguir como hasta ahora. Necesito limpiar toda la basura que tragué cuando era pequeña, necesito mirarla, olerla, y sacar de ella algún provecho y enseñanza. El DFA es una terapia mediante la cual viajas al centro de ti misma, a tu corazón, y descubres tus miedos, tu rabia, tu resentimiento, tu victimismo, tu tristeza, tu ansiedad, tus traumas infantiles, porque todo ello está instalado en algún órgano, o musculo o zona de tu cuerpo. Las manos de la terapeuta viajan conmigo y mediante masajes, preguntas, frases, afirmaciones, y un abrir de la conciencia extraordinario, te liberas.
Eso no significa que todo vaya a suceder de la noche a la mañana. Yo he tardado más de 3 años en poder vivir de una forma más saludable emocional y físicamente. Es un trabajo lento, a veces agotador. Vale la pena. Así ha sido  mi  experiencia.

Ahora voy a conocer mi patrón corporal del susto. Cuando me asusto en alguna situación, en el trabajo por ejemplo, dejo de respirar bien, no controlo nada de lo que sucede y me pongo muy nerviosa. Vuelvo a sentir culpa y castigo, patrones o ideas que aprendí de pequeña. Con el DFA he aprendido a controlar mi respiración, aceptando este patrón, para poder transformarlo y sustituirlo por otro. Si lo rehúyo, siempre me seguirá y no me dejará tranquila.
Todas mis células están impregnadas de ese patrón.
La terapeuta se tumba conmigo en la camilla y siento su respiración y calor.
Esos patrones son trajes, son como una segunda piel, que los confeccionamos de pequeños, y es como llevar una camiseta de niña de tres años. Me aprieta, me molesta, ya nada puedo hacer con ella, excepto sustituirla por una camiseta que me vaya a la medida y que me sirva para desarrollar una vida adecuada como mujer adulta.
Si creces en una familia sin estructura y donde no te respetan, creas bloqueos, barreras, máscaras y patrones que te protegen en su momento pero que luego te imposibilitan llevar una vida saludable y tener relaciones sanas.

En DFA la terapeuta logra conectar conmigo desde las lágrimas. Te desarmas, lloras, sientes todo el dolor. A partir de ese momento, ella puede trabajar. La sensación de libertad y calor es espectacular, reconfortante, sientes que algo se mueve por dentro, algo está cambiando, para mejor!
Me doy cuenta que me cuesta mucho recibir calor y amor, y eso me imposibilita tener una relación saludable con mi actual pareja. Vivo en silencio, no se expresarme bien, como si tuviera piedras en la garganta.

Mi corazón necesita más espacio. Latir con todas sus fuerzas.
En las sesiones recupero  los espacios internos de mi  cuerpo. Se hacen  más amplios. Se  crea más espacio para que los órganos puedan vivir en paz, y puedan bombear y moverse a sus anchas, pudiendo hacer bien su función. Eso es extraordinario.

También hemos trabajado mi mandíbula. La llevo apretada, llena de tensión. Vivo enfadada con mi pasado, con las personas que estuvieron conmigo en el pasado y me hicieron daño, y ese enfado lo llevo también a mi vida de adulta. Solo se que así ya que no quiero vivir más, que necesito liberarme de todo esto.

Cada vez que me levanto de la camilla, después de una sesión de más de una hora, siento que he liberado mucha tensión, y que he recibido calor a lo largo de toda mi columna vertebral. Me siento más alta, más equilibrada y camino por la sala y lo veo todo desde otro lugar. Me siento más apoyada en la “madre tierra” que me sustenta y me da alimento, y me siento más apoyada en el “padre aire”, que me respira. Una fuerza madre me une a la tierra, una fuerza padre me une al universo desde arriba con el aire. La respiración total es hoy mi sanación perfecta. Esta enseñanza siempre la recordaré.

Estoy convencida que el cuerpo humano va acumulando creencias y sentimientos erróneos acerca de cómo somos o de cómo creemos que los demás nos ven. Llega un momento que esas creencias, sentimientos y emociones no tienen lugar, el cuerpo no puede albergar por más tiempo tanta basura emocional y verbal que proviene de otras personas. Los órganos dejan de tener espacio para poder vivir. Entonces se paran o enferman y se producen cadenas de dolor. La tensión acumulada acaba saliendo hacia fuera, tal vez a partir de los 30 años, en algún momento, pero eso depende de cada persona y de su situación. Depende de nosotros lo que decidamos hacer con ello. No puedes revolcarte en la porquería y quedarte ahí para siempre. Debes entrar en ella, sacar un poco cada vez y ver qué puedes aprender o qué puedes hacer.
Si acumulas tanta basura, el corazón y los órganos sexuales se quedan sin espacio, cerrados, y para una mujer eso a veces hasta le imposibilita poder engendrar una nueva vida. Es solo en el vacío donde puedes crear y evolucionar. Necesitas los espacios, necesitas el vacío, vaciar tu cuerpo de tensión.

Le digo a mi niña interior que ahora ya la oigo y la veo y que voy a cuidar de ella por siempre, que ahora ya somos dos, y que siempre la llevaré en mi corazón para protegerla y quererla como se merece.

Mayo 2008. Las capas de la cebolla.

Descubrimos mi sombra, ese lugar al que no quiero ni mirar. Ahí encontramos mi odio, mi mala leche, mi monstruo interior que es capaz de derribar todo lo que se le ponga por delante. Es interesante porque no somos ni nuestra sombra, ni nuestra timidez, ni nuestros traumas. Estos son solo partes de nosotros, y si conocemos como funcionan podremos convocarlas cada vez que las necesitemos, en vez de vivir en ellas como esclavos.

Hago DFA y soy constante como la gota de agua que agujerea la piedra, no por su fuerza sino por la constancia. Soy de las mujeres que buscan y salen a ver lo que encuentran. Soy como un guerrero, que va al campo de batalla, pero en este caso el campo de batalla soy yo misma, y mi centro de operaciones o mi laboratorio es la salita de DFA. Claudia es mi guía y yo hago el trabajo de sacar a relucir mis recursos para la defensa, el ataque, y el amor.

Aprendo a través de técnicas de respiración, aprendo a dejar que mi cuerpo caiga a la gravedad, en vez de desafiarla, (ella es inmensa y yo tan pequeña!) Tengo más equilibrio, y mi cuerpo parece más alineado.


En DFA trabajamos el plexo solar. Durante las siguientes sesiones estoy  aprendiendo:

-       a valorarme más a mi misma
-       a sentirme libre y guapa
-       a formarme una nueva identidad saludable y amorosa
-       a librar un buen combate conmigo misma
-       a sentirme digna de amor, digna de respeto y a generar paz a mi  alrededor
-       A no participar en habladurías, cotilleos, mentiras, falsedades ...

En DFA hablamos sobre mi infancia, mi familia, la vida o infancia de mis padres y abuelos, mi entorno, mis amigas, mi educación en la escuela, la historia de mi país….es un trabajo que lo engloba todo. Y cuanto más trabajo, más potencio la empatía. Empatía hacia las personas de mi familia y mi entorno más cercano. Para entenderme más a mi misma. También saber ponerme en el lugar del otro.

Puedo aprender a través del sufrimiento, pero también es posible aprender a través del amor.
Y yo estoy dispuesta a llegar hasta el final. Hasta el lugar en el que aceptas tu pasado, y te vuelves libre.

Claudia trabaja en mi, como si yo fuese una cebolla, va descubriendo todas las capas, y vamos viajando a través de ellas, una por una, hasta llegar al centro. Pero todavía queda mucho camino por recorrer.

En este tipo de terapias, se consigue acercar a la niña que fui con la mujer adulta que soy ahora. Las acercas para que se conozcan.
Mi vida no ha funcionado, por encerrarme en mi misma demasiado, por dejarme manipular por los demás, por pillar tremendas borracheras, por ir con muchos hombres, por pensar que los demás son más importantes que yo y que yo no valgo lo suficiente para nadie, por tener relaciones sentimentales destructivas…Tengo mucho trabajo por hacer...

Sigo con mis sesiones de DFA, y siento más energía, más espacio en mi vida, más vida propia, más salud, menos dolor, más independencia, más individualidad, más poder y más responsabilidad sobre todos mis actos.
He de aprender a tratarme bien. A tener amor propio y cuidar de mi misma.

Poco a poco vamos llegando al núcleo de las cosas. Claudia hace un buen trabajo, me encanta hacer esto y buscar en mi interior. Quiero seguir encontrado patrones corporales o lugares donde se instala la tensión, quiero honrar esos patrones porque me han protegido durante muchos años. Quiero poder sustituirlos por otros cada vez que aparezcan.

Es como ir quitando capas a una cebolla, y el núcleo de la cebolla soy yo.

Voy a DFA una vez por semana y espero las sesiones con  impaciencia. Es lo mejor que me está pasando.

Mayo y Junio 2008. Carta a Claudia

Querida Claudia:

Gracias por acompañarme en este viaje tan profundo. Fuimos juntas de la mano a un lugar lejano y cercano a la vez, oscuro, repleto de sombras que temblaron al vernos allí. Ese lugar es una tierra con un punto de luz que se llama “ mi niña interior”. Hace años dejé, olvidada, a esta niña que todavía sigue llorando. Sospecho, si la memoria no me falla, que ya hemos dado con ella. Sus lloros y pataletas se oyen en la distancia. Bajamos por la empinada escalera y llegamos a lo más profundo del país lejano. Yo no sé si se puede llegar más lejos todavía, no sé si vamos a quedarnos las dos ahí un buen rato, porque la niña que es de luz, está rodeada de sombras y de una niebla espesa. Desea que hagamos algo. Ella me espera a mi, y yo voy contigo de la mano, y tu me acompañas. Tu me muestras el camino para encontrar a esa niña, y ahora para mi eres esencial, como un mago pegado fuertemente al suelo con su vara de hacer milagros, la vara que se ilumina y me indica el camino.

Después de regresar de este lugar me siento cansada, como llena de magulladuras y golpes. Ha sido un descenso difícil y muy agotador. Ya estamos de regreso.


Que he aprendido hoy:

-       No hay más falta en mi vida que la falta de mi misma.
-       Lo que busco está en mi interior, ahí es donde voy y por la tierra que viajo.
-       Me falta lo que ya está dentro de mi, lo que soy realmente. Aceptar mi sombra
-       Solo vemos en el otro lo que está en nosotros mismos.

Con Claudia estamos siguiendo el camino del éxtasis, y dejamos atrás el camino del vértigo.


El camino del vértigo son las cosas que no nos piden nada pero nos lo prometen todo y al final nos lo quitan todo. Estamos angustiados y queremos llenar esa angustia con pastillas, drogas, sensaciones, objetos, enseguida, ya mismo. Con dependencia, adicciones y consumo masivo. Nos lo prometen todo pero nos lo quitan todo.

El camino del éxtasis : en este camino, nos lo piden todo, no nos prometen nada. Es el camino del héroe, del guerrero de la luz, el viaje interior hacia un mundo desconocido. Es el camino por el que uno debe  perderse por todo el mundo para regresar de nuevo al hogar, que es tu propio poder y tu luz. Sabiendo que lo que buscas está en ti mismo, debe morir una parte de quien has sido para poder llegar a ser quien eres en realidad. Es el camino de la humildad, gratitud, ternura, compasión, generosidad, compromiso, rigor, paciencia, coraje, valentía, confianza, responsabilidad, esperanza, alegría sin objeto. Aquí se llega aceptando el placer pero también el dolor, aceptando la noche para apreciar la luz del día, aceptar la muerte para apreciar la vida, y en DFA aceptar tu luz pero también tu sombra y sacar provecho de las dos. Es el despertar de la conciencia. Es la integraciónn

Todo lo que andas buscando ya lo eres.

Claudia  despeja el camino con su tacto y su palabra hasta llegar a tocar el hilo invisible de tu alma, y quedan las cuerdas vibrando en un sonido sin fin!

Ella también dice que no puedes dejar que un niño dirija el circo. El circo es para niños, pero no lo pueden dirigir ellos, lo han de organizar los adultos. Eso es lo que sucede en la vida de muchas personas: dejan que su niño interior, herido, magullado, lleno de basura emocional y de falsas creencias gobierne sus vidas de adulto, y es entonces cuando la vida no funciona.
Mi niña interior esta asustada, porque se crió rodeada de adultos que no sabían lo que hacían y que a su vez, estaban asustados también, y he dejado que ella dirija mi vida. He de ponerle limites a mi niña interior, como si estuviera educando a una niña de carne y hueso, con amor. 

En DFA aprendo a honrar a mis padres, que aunque sus frases del pasado provocan en mi todos mis temores y fracasos, ellos siempre serán mayores que yo y sabrán más que yo, y los honro porque además son mis padres.
Lo mismo sucede con mis abuelos.

Mi cuerpo se inclina y se dobla y se vacía y se queda anclado a la madre Tierra. Con la ayuda de Claudia, me imagino los pies plantados en la tierra y de ellos salen miles de raíces que me mantienen en equilibrio.

En DFA, he podido reconocer  el campo vibracional de mi familia, y entender que es lo que provoca la disfunción familiar.



Las lecciones de hoy:

-       Vive tu vida.
-       Habla y cuida de tu niña interior.
-       No sintonices el mismo canal que escucha tu familia, sintoniza tu propio canal.
-       Ya sabes cómo son y  eso es lo que hay.
-       Se realista.
-       Aprende a vivir libre y sentirte libre a pesar de todo ello.
-       Lo hicieron con la poca información que tenían, no sabían más y no supieron hacerlo mejor.

Sesión 13. Junio 2008. Cuántas lecciones por aprender!.

En esta sesión, la terapeuta  me cuenta muchas cosas sobre la sombra y coloca una vela y vemos que proyecta una sombra y su mano también hace  sombra, por eso no hay luz sin sombra ni sombra sin luz. Quiero conocer mi sombra.
Mi sombra es mi miedo, mi temor, mi rabia, mi forma de encoger el cuerpo, mis apretones musculares, mi tensión en el cuerpo. Es mi miedo en la mente. La honro porque me ha protegido durante muchos años de mi vida cuando no sabía como defenderme porque  era una niña. Es lo que supe hacer cuando no tenía o no sabía de otros recursos que ahora si puedo tener como adulta.


Si yo critico a la gente que me manipula, significa que yo en algún lugar de mi mente también manipulo. Se trata, entre otras cosas,  de averiguar cómo hago yo lo mismo que no me gusta que me hagan a mi.

La ayuda y las preguntas de Claudia son esenciales esta vez. Ella y yo viajamos por una espiral electrizante en busca de respuestas. Conocerme a mi misma me hace sentir tranquila, bien y cada vez más segura. Es mejorar día a día en mi potencial.

Yo no tengo la vida en mis manos, es la vida que está en mi.

Siento tristeza  por todas las veces que he entregado el poder de mi vida a los demás. Cada vez que he sentido miedo y me he sometido a la voluntad ajena, le he dado el poder a los demás.

He de gustarme tal y como soy, serme fiel y decirme la verdad y ser sincera conmigo misma.

Mi sombra es como una placa de hierro que está por todo mi cuerpo, sobre todo en el estómago y el cuello. Y la coloco cada vez que me atacan verbalmente porque entonces siento miedo.
A mis miedos les pongo forma, material , color y textura. Así ya es posible empezar a trabajar en ellos, para conocerlos mejor.


Como decía Sirius Black en Harry Potter, todos tenemos luz y oscuridad, pero lo que importa es que parte decidamos potenciar.

Hoy aprendo que:

-       Pertenecemos a un todo, todos somos uno, y también somos individuos.
-       Por un lado no podemos vivir como ermitaños sin relacionarnos con la gente y por otro lado no podemos ser esclavos de los demás.
-       Buscamos equilibrio.
-       Soy una individuo que pertenece a una tribu.

Me siento, genial, poderosa, llena de calor por dentro, llena de amor y de emoción.  Vuelvo a sentir!

Aun siento dolor en mi cuerpo y el trabajo sigue!

Soy como una  semilla que empieza a crecer bajo tierra, en un lugar oscuro y húmedo, frío y escondido. Salgo, broto, voy hacia la luz del sol. Crezco poco a poco. Necesito mi tiempo y mi proceso de crecimiento personal es lento y largo. Esto es DFA. Crecer!

Tengo ganas de que se me tenga en cuenta, deseo que me vean tal y como soy. Soy una mujer de carne y hueso y quiero sentirme bien en mi propia piel.

Cada vez que entro en la sala de Claudia, el silencio me rodea y la tranquilidad me fascina. Ella me escucha, me comprende, y encuentro lo que busco.


Sesión 16. La relación con mi madre.

Vemos donde se acumula la tristeza, cuando de niña no me tuvieron en cuenta. Está en la garganta, en el cuello y la frente.
Necesito llorar, descargar toda esa tristeza, sacar todas mis lágrimas. Y lo consigo.

Esta vez tratamos la relación que tengo con mi madre. Es un trabajo muy largo, cansado, duro, especial. Es super importante mejorar esta relación.

Claudia viaja conmigo otra vez por mi garganta, boca, mandíbulas, encías, cráneo, cuello, cervicales y manos. A ver que encontramos esta vez.
Trato de entender la mente consciente, inconsciente y subconsciente.

En mi lado oscuro, descubrimos a la Doña perfecta, esa parte de mi que vive enfadada creyendo que todo lo hace bien, perfeccionista, orgullosa, y muy pesada. Me sorprende que yo tenga esa parte dentro de mi.

Con este tipo de sesiones, vamos integrando mi sombra y viajamos a lugares desconocidos, y le preguntamos al dolor si nos quiere decir algo y el dolor responde.

La energía mal aprovechada es la rabia que llevo dentro. La rabia acumulada por lo que me hicieron. Es la bestia que se me aparece en forma de demonio con cuernos y que abre la boca y ruge con voz de trueno.
En las  sesiones de DFA aprendo a disolver la rabia acumulada durante tantos años. Cuando la rabia se disuelve aparece la palabra creatividad que es el primer chacra.
Crear significa para mi: danzar, nadar, bailar, escribir, mejorar en mi trabajo, crear una nueva vida, ser madre, formar una familia…

La sala de DFA, es como mi laboratorio para ensayar y practicar cuantas veces sea necesario todos esos cambios que estoy efectuando.
Así hemos viajado al lugar oscuro de la rabia acumulada, para transformarla en energía creativa.
Esa rabia se esconde en mis hombros y detrás de la espalda, en la parte superior.
En DFA se trabaja cuerpo y mente, o mente a través del cuerpo, o al revés, no importa el orden. Y también otros muchos niveles…


Setiembre de 2008. La sombra.

Nadie es mejor que nadie, nadie es inferior a nadie.
Nos volvemos personas inseguras porque en nuestra infancia crecemos rodeados de adultos inseguros que no saben muy bien  qué hacer ni cómo hacerlo. Cuando te equivocas te meten bronca, cuando haces algo bien no te lo valoran, entonces, como no aciertas  y no recibes frases de aprobación te vuelves insegura. Una inseguridad y un miedo enfermizos. Para tapar esa inseguridad, creamos a las Doñas Perfectas.

Trabajamos en esta sesión la cara de “Doña Perfecta” que se refleja en mi rostro: mandíbula inferior salida hacia delante, boca como hundida, dientes apretados, ojos crispados como si me estuviese dando el sol, boca fina y delgada sin casi poder hablar.

Tengo dentro de mi una juez implacable que va condenando todo lo que hago y lo que hacen los demás. Lo juzga todo, se queja por todo.

En DFA me he puesto contacto con mi sombra, mi parte oscura, mi demonio que ruge  de rabia. Son momentos difíciles, pero todo esto dará su fruto. Sigo adelante. Aun hay más!

Mi lado oscuro es terrible, y aprendo a utilizarlo solo cuando lo necesite. No se trata de vivir en la sombra, sino  sacarla cada vez que me haga falta para defenderme cuando sea necesario. Mi doña perfecta o demonio interior que ruge es poderoso y puedo darle ese poder cada vez que yo lo decida.

Estas son sesiones muy emocionantes. Claudia  es una mujer que puede meterse dentro de mi y sacar lo mejor de mi. Me siente y me escucha. Yo tengo unas ganas terribles de que me escuchen  y me sientan de verdad. Este trabajo es sangre, sudor y lágrimas!
En DFA me vuelvo constante, cabezota e insistente, sigo adelante con mucho ahínco y no me rindo. Ahora me toca a mi darle un aire diferente a mi vida, a mi trabajo y a mi relación de pareja.
Quiero alejarme de los que critican, de los que gritan, de los que se quejan, de los que no escuchan, de los ladrones de sueños. Quiero ser totalmente libre, sentirme viva aquí y ahora, en este hermoso planeta.


Existen tres tipos de personas:

-       los que esperan:  se quedan en casa esperando a que llegue el príncipe azul, un mejor trabajo, una vida mejor…no hacen nada, no buscan nada, mueren esperando, más no logran lo que desean porque están encerrados, inmovilizados y quietos.

-       los que se desesperan: quieren que sus deseos se cumplan de forma inmediata, son impacientes, culpan a los demás de su mala suerte. Son victimas y manipuladores, y de paso, van fastidiando a los demás.

-       los que buscan, salen y encuentran: saben que ellos son los únicos responsables de todo lo que les sucede, son pacientes. Cometen cientos de errores para encontrar lo que buscan y sin embargo lo encuentran. Son hacedores de milagros, practican las artes de la magia y la alquimia. Alimentan su luz. Trabajan en la basura y de ella siempre sacan algo. Los tesoros que buscan los encuentran dentro, nunca fuera, y desde dentro llegan a lo de fuera. A veces también se sienten muy solos y de vez en cuando se desesperan y se encierran en ellos mismos pero vuelven a la búsqueda en cuanto se recuperan. Son guerreros de la luz.


Descubro que aquello que me molesta de los demás, yo también lo tengo. Es difícil de aceptar.

Octubre de 2008. Llevo 30 sesiones. El mandala de todas mis partes

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